IMAGENES DE LA RESERVA

Y ahí está ella llamando mi atención
y je t´aime
je t´aime por fuera del ámbito de los sueños
reposando mi cansancio con líneas en tu boca
a por todas mis quimeras,
como morada del arte nativo
de célebre fotografía o en un photoshop para la historia
ella en este universo sugerente y lacónico,
donde el silencio habla tanto como el cielo
en un azul y blanco que se desvanece
en esta tarde tendida como un mantel de chocolate.
Ella.
Un ser arrullado y diáfano e impensable y que provoca mi fiebre
quien lee atentamente sus cartas escritas en borrosas huellas
no las que hoy tiene entre sus manos
sino las que están en el mazo para barajar de nuevo
y hacer aeromodelismo con las ficciones y las resonancias oscuras y negras.
Muchacha para dar ternuras sospechadas de Stradivarius
que de la moda de producción argentina y su fantasía de gran narrativa mundial
puede advertir también la alegría genuina de estar envuelta con
una chalina multicolor tejida a mano y
una capucha de algodón con colgantes y
en cualquier otra persona esto hubiese quedado infantil o
simplemente ridículo
posiblemente
sin embargo ella quiere recordar sus aventuras a ojos cerrados
despertar después de una siesta
estar a salvo de los circos de los parámetros y de las ferias de vanidades
y con acento latinoamericano
en su concierto de la memoria
ella quiere nadar por Parque Chas
y en su estreno del recuerdo de sus 20 años
ella quiere fundirse con ese tipo de preguntas que ella y sólo su insolencia
distinguen de esas mañanas y noches en delicado estado de salud,
al menos en su nostalgia
y al menos si ahí está ella con la alegría genuina de encontrarse cerca del río
con la v de la victoria de la paz en su cabeza abriéndole puertas a lugares inasibles
como una corresponsal monumental de una felicidad de literatura
y voz parte de mi propósito a centímetros de mi cuerpo
yo te veo en busca de un amor
como una vendedora de regalos
detrás de un par de anteojos de sol
yo te observo en una cartelera de fin de semana
como una figura secreta
puesta en letra y música por Jaime Dávalos
de antes te veo muchacha
y quiero un tocadiscos para escucharnos hablar sobre cómo llegar y hacer ruido a nuestro corazón de un solo diente y una sola mordida al alma
dónde fijar la mirada y desde qué vereda dar gritos y susurros a lo nuestro
cuando digo que lo demás a nosotros son supuestos
lo digo todo en bocetos verbales
excepto, claro está, esos gajos jamás rellenados bajo tu remera
que manteniendo el tono de una montaña singular
(la utopía de una pareja de chiquitos en un árbol frondoso bajo tu remera)
una especie de ilusión de una primera vez
un gusto grotesco de subir un tráiler de vos a YouTube
-aunque eso no sea la verdadera democracia-
acompañan tu paseo por la Avenida Tristán Rodríguez
vos que cruzaste desde Alem, conmigo, por el puente giratorio,
y juntos fuimos hasta el final, ¿te acordás?, a la Avenida Costanera,
y estacionamos cerca de la entrada, a la altura de Viamonte
estás acá de paseo
como una sublevación
y está la orilla del río en el hecho creativo de otro día
en el abismo de la orilla
y como en el fin del albur en Lugones
vos tomás aire y te jugás a una ventana sonora
tan llena de pudores como de extrañezas
sobre una manta en cuadrillé
con geométricas pinturas en limonado
después te hundís en el césped
el Radar de Página en dirección Este de tu cuerpo
como un abanico español dormido al borde de un sendero
pero sobreviviendo al sol en dominio del río
en medio del hormigón y el asfalto y del mediodía del 30 de marzo
al cielo de los pináculos de los árboles picantes asciende tu imagen de la Cooperación
y hay una gran cantidad de tipos de plantas cerca tuyo
y garzas mora y cisnes de cuello negro
y folletos que nos explican que hay culebras y yararás en la Costanera Sur
iguanas y tortugas de laguna de los bañados pampeanos,
bichos y animales dando vueltas por el predio.
Ella se va internando en la maleza que se filtra por el campo abierto.
Llevando una capelina que dice el canto de los grillos y las ranas una Eva Morales pasa desprevenida
bolivariana del ALBA y hermana del Siglo XXI vos también respirás profundo y hacés silencio para mi ceguera
shh… silencio…
porque hace bien escuchar a los pájaros
desde un mirador en las aguas del Río de la Plata
shh…
entre ceibos y humedales y ciénagas
una costa Azul en el camino de los Plumerillos
que son los terrenos que encontró el Almirante Pedro de Mendoza allá por 1536
cuando fundó el Puerto de Nuestra Señora de Santa María del Buen Ayre
en medio de pastizales, yararás, pumas
hambre
inundaciones
y sobre indios querandíes y pantanos desató la Inquisición el buen Almirante.
Esa ciudad no está más;
ahora hay cámaras de TV sobre una torre de control,
y a vos y a mí la Reserva Ecológica nos une
cuando el viento costero no viene con tu desparpajo habitual
y vos me decís que viste al lujoso crucero gay “Oceanía Insignia”
“grande como un edificio blanco de seis pisos”
con rumbo a Montevideo
y destino final de los carnavales de Río,
porque hay algo para decir desde el amor
y es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume
y no tiene por qué ser siempre lo mismo en domingo
cuando tenés a tu lado a un tipo que te está deseando.